EL MILITANTE CREADOR DE TEORÍA

 

Si no olvidamos en momento alguno que el militante porista es nada menos que un revolucionario profesional, es claro que estamos partiendo de  la evidencia de que se trata de un creador de teoría revolucionaria,  que  no cesa en memento alguno en esta actividad, pues su finalidad vital es la de no cesar en la tarea de abrir  el camino hacia la victoria del comunismo.

Esta política tiene necesariamente que ser alimentada y potenciada por la labor incesante de los militantes poristas que obligadamente tienen que convertirse en investigadores en los diferentes sectores de la vida social.

Todo esto es posible porque el porista es un revolucionario profesional, que sabe que la revolución social es el cambio cualitativo en el desarrollo de la sociedad ocasionado por el gran crecimiento de las fuerzas productivas  que chocan con las relaciones de producción (forma particular de la propiedad privada de los medios de producción.)

La revolución social se produce cuando la clase social (factor subjetivo) que encarna las tendencias progresivas de la historia y es parte fundamental de las fuerzas productivas (factor objetivo o económico) adquiere conciencia de su misión histórica: sepultar a la vieja sociedad; entonces el factor subjetivo (conciencia de clase que se expresa en el partido político) corresponde a la madurez del factor objetivo.

En el pasado no se cumplió con la tarea central de convertir en militantes poristas verdaderos a los obreros que hicieron aflorar en la lucha su instinto comunista y que así se integraron al Partido. Estamos obligados a superar esta situación.

Los militantes ganados del proletariado deben superarse cumpliendo la disciplina severa del Partido. La célula a la que pertenecen debe convertirse en su hogar.

Hay que impulsarlos para que se dediquen a la lectura y sinteticen lo fundamental del contenido de los textos. Mediante este trabajo deben convertirse en investigadores.

Igual que el resto de la militancia los obreros tienen que convertirse en revolucionarios profesionales, tienen que entregar su vida a la búsqueda de los caminos que materialicen la revolución proletaria.

Dentro del Partido Obrero Revolucionario marxleninista- trotskysta todos los militantes son revolucionarios profesionales, lo que importa que usan el marxismo para investigar la realidad en la que trabajan. De manera necesaria tienen que culminar su trabajo como creadores de la doctrina revolucionaria.

El POR es la sección boliviana de la IV Internacional. De aquí se desprende la obligación de los militantes de cumplir el contenido del Programa de la Cuarta Internacional (Programa de Transición) y del POR, que orientan la lucha contra el capitalismo imperialista y sus expresiones nacionales.

Al mismo tiempo los militantes tienen que estudiar atentamente el contenido de esos programas, a fin de entender debidamente

Su contenido, esto con ayuda del conocimiento del marxleninismo- trotskysmo, a cuya profundizació n estará dedicada el resto de la vida de los militantes.

El "programa de Transición" redactado por Trotsky, continúa las ideas de la Internacional Comunista de la primera época y de Lenin acerca de que la separación entre programa mínimo y máximo, entre reforma y revolución y entre táctica y estratégia, conduce al reformismo, razón por la que debe formularse un programa transitorio. Este programa permite a las masas, partiendo de su lucha y necesidades cotidianas, del real desarrollo de su conciencia de clase, inclusive de sus prejuicios, movilizarlas y proyectarlas hacia la conquista del poder.

Debe enseñarse a los militantes que los explotados no maduran para hacer la revolución en una academia o en una época especial, al margen de las batallas diarias, sino en el transcurso, en el seno de éstas. No solamente une a las masas para la lucha revolucionaria por el poder, sino que les permite madurar para el cumplimiento de su misión histórica.