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CONTRA LA CORRIENTE

MUERTO EL PERRO, NO SE ACABA LA RABIA

MUERTO EL PERRO, NO SE ACABA LA RABIA

1.-    La muerte de Pinochet,  marca un hito en la historia política del país. El genocida ha pasado a la historia como un enemigo de los explotados y de la nación, y como un sirviente de los intereses de la minoría explotadora, la burguesía y el imperialismo.

Pinochet, lejos de alzarse como caudillo nacional, fue un simple peón, un subalterno de la reacción, excretado como fue por la descomposición del capitalismo semicolonial chileno y un fiel exponente de la barbarie fascista que es, en definitiva, la única salida que puede ofrecer la burguesía chilena frente a las demandas democráticas y sociales de las masas movilizadas.

Pero si el Golpe de Estado del 11 de septiembre de 73 logró aplastar el proceso revolucionario en curso, se debió en primer lugar a la incapacidad de la dirección reformista de Allende y la Unidad Popular de alzarse frente a la propiedad privada, el Estado e institucionalidad de los explotadores.

Esta incapacidad de los reformistas para quebrar el aparato represivo de las FF.AA. y la formación del llamado Gabinete Cívico-Militar, abrió las puertas al fascismo. Las puertas que se abrieron con la Ley de Control de Armas y con la designación de Pinochet –días antes del Golpe- como Comandante en Jefe del Ejército por el propio Allende.

Fueron estas medidas, la vacilación frente al enemigo y el cretinismo legalista de la Unidad Popular, los peldaños que permitieron que este advenedizo y timorato, que hasta el final de sus días se ocultó cobardemente en sus subordinados, se hiciera del poder para imponer la Dictadura más horrorosa de nuestra historia. 

2.-    Al momento de su muerte, varios centenares de querellas dormían en los anaqueles de los Tribunales de Justicia. Ninguna de estas acciones logró consumar la aspiración democrática del Juicio y Castigo. El genocida murió en la impunidad, hecho que constituye una flagrante demostración de la más completa bancarrota de la institucionalidad democrático burguesa. Si el asesino más grande de nuestra historia no terminó los días en la cárcel, este sólo hecho revela que todas las garantías constitucionales, tratados internacionales, la reforma procesal penal, etc., no son más que papel mojado.       

El Dictador murió impune porque ni esta elemental tarea democrática puede ser cumplida, por el régimen pinochetista. Porque el saqueo del país a manos de los grupos económicos y las multinacionales y el desmantelamiento de las conquistas sociales, son los pilares de un régimen que descansa en el genocidio, en los 10.000 ejecutados políticos, en los cientos de miles de torturados, en un millón de exiliados.

La defensa de estos “logros” que los escribas de la burguesía llaman “modernización”, supone la impunidad para Pinochet como una condición necesaria. Bajo este régimen pinochetista administrado por la Concertación, la democracia no es más que una caricatura que encubre la explotación, la miseria y la represión fascista que se enseñorea en todo el país. 

3.- Si el régimen sigue en pie y el imperialismo maneja el país como su patio trasero, una cuota muy grande de esta responsabilidad se la lleva –nuevamente- la izquierda reformista y el estalinismo. Luego de abrazar –los últimos días de la UP- una política pacifista y de combate a los Cordones Industriales (gérmenes del poder obrero), el Partido Comunista y Socialista pasaron a desenvolver una línea de alianza con sectores de la Democracia Cristiana, política que llamaron de “Frente Antifascista”.

Esta política, de alianza con sectores de la burguesía, es el germen de la Concertación, que en definitiva contribuyó decisivamente a salvar el régimen pinochetista, sin Pinochet. Así, la misma incapacidad que demostraron para llevar a los explotados al poder, se exhibió en las sistemáticas capitulaciones a la propia Dictadura Militar.

Estas capitulaciones comenzaron en la negativa de desenvolver una política de clase y en la subordinación a la burguesía “democrática” (DC) en el período de las protestas y paros nacionales, para terminar en el vergonzoso reconocimiento a la Constitución Política del 80 que llevó al PC a hacer de vagón de cola del Plebiscito del 88, en la campaña del No.

Hoy en día el PC –como señalan las conclusiones de su XXIII Congreso- sigue reafirmando esta política de conciliación de clases, ubicándose como el ala izquierda de este régimen, planteando una “revolución democrática” que califican como una "democracia de contenidos claros de justicia social, de participación, de soberanía económica, de acceso igualitario al goce las inmensas riquezas que posee nuestro país", todo esto por supuesto, bajo la bota de la burguesía y el pinochetismo. En esta línea llegan a sostener la necesidad de luchar por unas FF.AA. "que destierren para siempre la posibilidad de un golpe de estado",  para lograr "el reencuentro entre los chilenos, en la diversidad", aclarando que "ninguno de nuestros planteamientos va en desmedro de las FF.AA.".

La única forma de asegurar la democracia y de impedir nuevos golpes de estado, es tomando el poder y expropiando a la burguesía. Hablar de democracia sin definir con claridad su contenido de clase, constituye simple demagogia y una nueva capitulación. Esta línea colaboracionista, a la postre, le permitió al genocida morir en la impunidad, y al conjunto de la burguesía mantener incólume su régimen de explotación.

4.- Frente a estos hechos, los militantes trotskistas del Grupo Obrero Revolucionario –Contra la Corriente, mantenemos en alto la bandera de la Revolución Proletaria, única vía de los trabajadores para emanciparse de la explotación de la burguesía y conjurar la amenaza fascista. La muerte de Pinochet debe abrir un espacio de debate en el seno de la militancia izquierda.

Estamos en deuda, Pinochet debió terminar en una plaza pública ahorcado junto a sus esbirros por decisión de un Tribunal Popular. La muerte de Pinochet debió ser expresión de la muerte del régimen burgués. No lo fue. El genocida murió en la cama -como Franco- y recibe honores del Gobierno de Bachelet en su calidad de Comandante en Jefe, que es la calidad que le permitió precisamente dar el Golpe el 73.       

La discusión sobre los funerales de Estado y el duelo nacional es una farsa. Se discutió el carácter y solemnidad del homenaje al asesino, sobre la base del respeto a su institucionalidad y al régimen económico de superexplotación. Los honores militares con que ha sido homenajeado el asesino ofenden la dignidad de la lucha democrática y la memoria de los miles de ejecutados políticos y detenidos desaparecidos.       

La lucha por el juicio y castigo a los genocidas sigue abierta, como toda la lucha por las libertades democráticas, por la liberación de los Presos Políticos. Este combate no se acaba con la muerte de Pinochet, ha de potenciarse en cada huelga, cada manifestación, comenzando en el repudio a las exequias al Dictador.   

     Llamamos al conjunto de los activistas y militantes que se reclaman de la izquierda y los trabajadores, a protestar, ganarle la calle a la basura fascista haciendo de esta fecha un punto de partida que unifique las luchas del conjunto de los explotados. En esta lucha hemos de construir el partido obrero revolucionario y en ella reivindicamos el programa proletario del Gobierno Obrero-Campesino (Dictadura del Proletariado), única vía de emancipación de la explotación burguesa y la opresión imperialista. 

¡¡A RECHAZAR EL HOMENAJE A PINOCHET BARRIENDO DE LAS CALLES A LA BASURA FASCISTA!! 

¡¡TRIBUNALES POPULARES PARA CASTIGAR A LOS GENOCIDAS!! 

¡¡HONOR Y GLORIA A LOS CAÍDOS EN LA LUCHA REVOLUCIONARIA!! 

¡¡VIVAN LA CLASE OBRERA Y LA REVOLUCIÓN PROLETARIA!!

Valparaíso, 11 de diciembre de 2006

6 comentarios

martin -

la teoría sistema decía que todo sistema tiende a su nivel mas óptimo ....
es por esta razón que algún día nuestro Chile , recobrará su identidad de país, y derrumbaremos la somnolencia..

nacionalista -

ajajajaja nunca lo metiron preso
como les molesta eso le doy gracias a pinochet por liberar a chile de los marxistas y la opresion comunista que nos mato de hambre a muchos chilenos

BARNI -

PINOCHET MURIO, ALLENDE MURIO Y ESTAN LOS DOS EN EL INFIERNO POR NO ARREPENTIRSE DE SUS MALAS OBRAS

estefania rivas -

que encuentoro por parte k estubo malo de haber colocados als fotos en interneth d epinochet pork encuentro que eso no se ahse y creo k a nadien le gustaria k su muert se a recordada de esa manera y subida por las pajinas de interneth . pero por part pinochet se lo meresia muy bn y creo k su familia debe seguir pagan2 todo lo k hizo el envida

ruben jesus -

Cro. Andres te invitamos a contactarte con nosotros y te avisamos que probablemente publiquemos tu comentario en nuestro periódico (masas, del Partido Obrero Revolucionario de Argentina).
Te felicitamos y enviamos un abrazo revolucionario.

Andrés -

Lo ocurrido hoy demuestra, una vez más, que las fuerzas militares fascistas no han sido ni serán nunca la representación del pueblo. Menos por consiguiente una defensa, ya que de un criadero de seres tan viles no se puede esperar nada más que el enriquecimiento del sistema imperialista.
La lucha de izquierda constitucional parece haber perdido su rumbo y habernos dejado ante la total deriva. Partidos comunistas, socialistas, todos ellos confabulados y trabajando con y para los que nos dominan, la burguesía.
Lo que más me llama la atención es la actuación del PC, perdiendo ya de lleno todo caracteristica revolucionaria que debería, justamente, presentar. Su idea de llegar al poder por medios constitucionales me parece totalmente imposible, y porque no decirlo, absurda. La clase imperante, el fascismo, y su falsa democracía no permitiran por los conductos normales que el pueblo logre su reivindicación como personas y tomen lo que les pertenece por justo derecho.

La única solución hoy en día, compañerxs, parece ser la organización desde abajo hacia arriba. La lucha comienza en los nucleos del pueblo y de la clase obrera. Ya no queda más que organizarse y peliar, a sudor , lágrimas, golpes y sangre, por lo que este maldito sistema nos ha privado siempre.
Porque para conseguir nuestra libertad habrá que exterminar a la escoria fascista, habrá que derrumbar su sistema neoliberal, prender fuego a sus comisarias, sus escuelas de matar, sus organismos públicos.
Las ruinas, compañerxs, no nos asustan, porque sabemos que ellas son el preludio del mundo nuevo que llevamos en nuestros corazones.

Saludos desde Santiago a los obreros que sudan y trabajan para alimentar a esa escoria mal agradecida, la bastarda burguesía.