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CONTRA LA CORRIENTE

COMPAÑERO JUAN YÁÑEZ:HASTA LA VICTORIA DEL PROLETARIADO, ¡¡SIEMPRE!!

COMPAÑERO JUAN YÁÑEZ:HASTA LA VICTORIA DEL PROLETARIADO, ¡¡SIEMPRE!!

     La muerte intempestiva,  abrupta y rápida del compañero Juan Yáñez, ocurrida el día de ayer 29 de julio, enluta a la militancia trotskista del CERCI, a sus secciones en Bolivia, Brasil y especialmente a su sección argentina, el Partido Obrero Revolucionario. También lo hace con nuestra organización –simpatizante del CERCI- y desde luego con la vanguardia obrera chilena y argentina, en las cuales nuestro camarada ocupó un lugar en primera fila.

    Pocas veces un individuo –como Juan- expresa de manera concentrada las cualidades y atributos de su clase y de manera tan completa. Su corta vida -fallece a los 55 años- fue de una intensidad marcada por los procesos revolucionarios que le tocó vivir en Chile hasta 1973, y en la Argentina hasta el día de hoy. Fue un sobreviviente de la Dictadura de Pinochet y de Videla, y luego de la persecución por parte de la patronal y los aparatos represivos en la Provincia de Neuquén, en “democracia”. Juan Yáñez sostuvo en su vida una sola línea política y una sola moral: la del proletariado.

    Comienza su militancia en un ala izquierdista de la Juventud Socialista de Chile en la ciudad de Valparaíso, puerto del que es originario. Rápidamente su accionar le llevó a la ruptura con la línea frentepopulista y de colaboración de clases de Allende y la Unidad Popular, participando como voluntario en el proceso de sindicalización del proletariado rural y en los propios Cordones Industriales, embrionarios del doble poder emergente en Chile en aquéllos días.

    El Golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973, que aplastó con la represión pinochetista el proceso revolucionario, encontró a Juan en el combate y en pleno proceso de lucha política, con tendencias del MIR, MAPU-Garretón, Regional Cordillera del PS y su propia base militante en la JS, en la perspectiva de la formación del que sería el Partido de la Revolución Socialista en Chile. Se trataba de tendencias instintivas de la vanguardia de acercarse al programa proletario que encarna la IV Internacional.

    En esos días las principales alas trotskistas (casi todas las imaginables estaban presentes en Chile) eran incapaces de romper el aislamiento respecto de las masas, producto subsidiario de la generalizada capitulación a Allende y al castrismo (MIR), como era el caso del PSR de Vitale. El único embrión de partido revolucionario, la Organización Marxista Revolucionaria (OMR), estaba recién dando sus primeros pasos en el Cordón Industrial Pesquero y Servicios, de Talcahuano. Juan no tomó contacto con esta organización y el proceso de estructuración del partido revolucionario fue truncado por el Golpe Militar, como la propia revolución.

    Luego de caer en prisión y ser torturado, Juan –como miles de obreros en aquellos días- logró huir  de las garras del fascismo y llegó a Mendoza. Radicado allí, viviendo en la semiclandestinidad, rompe filas con los refugiados que comienzan a ampararse en los organismos humanitarios y salir rumbo a Europa. Juan, como siempre en su vida, escoge el camino de la resistencia y la lucha y se incorpora a trabajar en la construcción como albañil.

    Su ingreso a la UOCRA marca un punto de inflexión en su vida, desde ese momento –incorporado no sólo política sino que orgánicamente a la clase obrera, ahora argentina- comenzaría su proceso de formación política, que lo transformaría en uno de los más importantes dirigentes obreros del sur argentino.

    Fue precisamente en una de las campañas internacionales por su desprocesamiento y cese de pedido de captura, que ya en 1986, desde Chile tuvimos noticias de esta campaña en su favor, lo que para los revolucionarios que luchábamos contra la dictadura de Pinochet, significó un alerta importante: bajo la “democracia” alfonsinista, no se encubría otra cosa más que la misma dictadura del capital.

    La actividad de Juan alcanza un punto determinante con la gesta de los obreros de Piedra del Águila -en la obra de construcción de la Represa que lleva su nombre- y en la que laboraron miles de obreros durante más de seis años, y en particular de su histórica marcha sobre Neuquén que justo en estos días cumple veinte años. Luego participa del Cutralcazo y fue protagonista de trinchera de todo el convulsivo proceso de lucha de clases que ha sacudido a la Argentina y a la Patagonia en el último cuarto de siglo. Lo mismo se puede decir en su empeño por poner en pie una lista proletaria y antiburocrática al interior de la UOCRA.

    Pero su militancia, como la de todo revolucionario, no se agotó ahí. Juan batalló incansablemente por la construcción del partido obrero revolucionario, su sección argentina y por la reconstrucción del partido mundial de la revolución socialista, la IV Internacional. Más que cualquier otra caracterización, Juan Yáñez fue ante todo un trotskista y en  consecuencia un cuartainternacionalista, ejemplar.

    Tuvimos la suerte de conocerlo en octubre de 1992, en la ciudad de Mendoza, cuando nuestra corriente en Chile daba sus primeros pasos. Él venía como delegado del naciente Comité de Enlace por la Reconstrucción de la IV Internacional, CERCI, que en ese entonces integraba el POR argentino, junto a el POR boliviano, la TPOR brasileña y Socialismo Revolucionario del Uruguay. En ese primer encuentro –trascendental en todo nuestro devenir político- Juan, junto con debatir apasionadamente las cuestiones candentes de la lucha de clases internacional y en particular de Chile, demostró una claridad completa para analizar y orientar nuestro trabajo, poniendo en evidencia que a pesar de su exilio, había sido capaz de seguir atentamente el proceso político de desmoronamiento de la dictadura de Pinochet y de transición democrática, que comandaba el imperialismo.

    En ese entonces, Juan Yáñez venía del proceso de ruptura con la burocracia altamirista enquistada en la cúpula del Partido Obrero, y en particular con su ominoso proceso de adaptación a la democracia burguesa y su giro desembozado al electoralismo. Fue atacado y calumniado en la misma medida que sus adversarios eran incapaces de sostener un debate político en términos marxistas y revolucionarios. Sin embargo su moral, se mantuvo sin manchas y su ímpetu revolucionario de mantenía en alto en esos días de la misma forma que lo estuvo hasta el día de ayer.

    Sobreviviente  de dos de las más horrorosas dictaduras que ha conocido el Cono Sur latinoamericano, protagonista de riquísimos procesos revolucionarios, dirigente obrero y militante trotskista, eso era Juan. Podemos proclamar con orgullo que hemos militado junto a Juan Yáñez, el incansable luchador e implacable polemista, el valiente portador de la bandera sin manchas de la IV Internacional.

    No estaremos físicamente en Neuquén en sus exequias. Nos lo impiden las limitaciones cotidianas. Pero políticamente, puño en alto, estamos con él, con sus compañeros y su familia. Despedimos al maestro revolucionario y al proletario. Nuestro mejor homenaje será el redoblar nuestros esfuerzos por reconstruir la IV Internacional y, desde luego, la victoria. 

¡COMPAÑERO JUAN YAÑEZ, PRESENTE!

¡AHORA Y SIEMPRE¡

¡HASTA EL TRIUNFO REVOLUCIONARIO!

¡VENCEREMOS!  

Raúl Bengolea,

Valparaíso, 30 de julio de 2006

por el Grupo Obrero Revolucionario-Contra la Corriente (GOR-CLC)

 

6 comentarios

JULI -

PARA DESGRACIA DE TODOS USTEDES EL POR SIGUE VIVO. COMPAÑERO JUAN YAÑEZ, LOS MILITANTES PORISTAS TE REENDIMOS UN UNICO OMENAJE. SEGUIR CONSTRUYENDO PARTIDO

STALIN VIVE! -

hijo de puta, bien muerto estas puto trosko!

Ángel -

Murió Juan Yánez, murió un obrero revolucionario
Carta a la redacción
Autor : Ángel
Fecha : ( 18-Agosto-2006 )
Categoria : Argentina
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Opcion :
Versión para imprimir

M

urió Juan, murió el 29 de julio, de manera abrupta a los 55 años de edad.
Juan luchó contra la dictadura de Pinochet en el ’73 y luego contra la dictadura en Argentina.
Participó de las jornadas revolucionarias en Chile. Militó de joven en el ala izquierda de la Juventud Socialista rompiendo por su política frentepopulista y de colaboración de clases de la Unidad Popular.
El golpe del ’73 encontró a Juan en plena pelea por la construcción de un Partido Revolucionario.
Cae en prisión donde es torturado como miles de obreros. Logra escapar del fascismo y se radica en Mendoza donde se liga a los refugiados. Con el tiempo rompe con la línea política de éstos ya que se perfilaban al exilio. Juan elige la resistencia y la lucha.
Se incorpora a la construcción como obrero de la UOCRA. No solo políticamente está ligado a la clase sino que desde este momento es parte orgánica de la misma. Se traslada a Neuquén.
Juan era parte de la valiosa vanguardia obrera de la gloriosa gesta de Piedra del Aguila, que luchaba contra el gobierno provincial y la burocracia de Selensky en la UOCRA.
En el ’86 es perseguido por el gobierno de Sapag. En las campañas por su desprocesamiento y cese de pedido de captura, Juan empieza a ser un referente para muchos compañeros que en aquel momento militábamos en el PO.
Participa del Cutralcazo y de los primeros pasos de los fogoneros. Juan es parte de aquellos obreros que se empeñaron en poner en pie una lista antiburocrática y clasista al interior de la UOCRA.
Personalmente conozco a Juan en el proceso de lucha contra la burocracia de Altamira en el PO, en donde la misma lo ataca y calumnia sin poder sostener un debate político y fraterno. Fuimos expulsados por la camarilla antirrevolucionaria.
Juntos con otros compañeros fundamos el Comité Constructor por un Partido Obrero Revolucionario en el ’89. Fuimos parte del Comité de Enlace por la Reconstrucción de la Cuarta Internacional junto al POR boliviano y otros grupos de diferentes países.
Estuvimos junto a Juan hasta el ’99 donde se produce la fractura del POR argentino.
Hace siete años que no lo veía pero lo recuerdo sobre todas las cosas como un compañero. Un compañero leal, fraterno en el debate e incisivo al mismo tiempo. Juan expresaba -con las diferencias que mantuvimos con él- la frescura de la clase obrera, expresaba sobre todo la preocupación por dotar de la herramienta que emancipe a la clase de la explotación capitalista. Siempre se distinguía por su fuerza en las intervenciones, su pasión en la lucha de ideas. Sin exageraciones, muchos nos sentíamos cómodos con Juan ya que percibíamos que era un fiel exponente de nuestra clase.
La muerte de Juan no solamente me conmovió sino que la vanguardia revolucionaria pierde un dirigente de masas. Un infatigable obrero con conciencia de clase que armó toda su vida alrededor del programa de la IV Internacional.
No queremos despedirlo ya que Juan está presente en cada lucha, en cada obrero que se rebela contra la explotación capitalista.
Juan es bandera

Ángel
Ex fundador del Comité Constructor por un Partido Obrero Revolucionario.
Actualmente militante de la Corriente Socialista El Militante


Fernando Armas -

Este viernes a la noche, falleció el compañero Juan Yáñez, viejo dirigente obrero de la construcción de Neuquén y dirigente del POR, ligado a la corriente de Guillermo Lora en Bolivia a la que adhirió luego de su ruptura con el PO argentino.


Un compañero de larga tradición militante, que comenzó a los 16 años en su Chile natal. Perseguido por la dictadura de Pinochet, cruzó a la Argentina donde continuó su militancia como parte de la camada de cuadros que destacó el movimiento obrero neuquino en sus distintos procesos de lucha, donde los trotskistas tuvieron un rol destacado. De hecho, esa tradición forma parte de la vanguardia neuquina. Muchos compañeros quedaron en el camino, pero la cualidad de Juan fue, aún con todas las diferencias que tenemos con su corriente, la de persistir en la lucha por construir una organización revolucionaria de la clase obrera.


Fue un dirigente obrero revolucionario frontal, franco, y muy respetuoso. Impulsor también en la zona de la Coordinadora Regional del Alto Valle. Tuvimos muchos acuerdos, y aún en las polémicas y diferencias más duras su debate fue frontal y leal.


El velatorio se hizo en el Sindicato Ceramista. Por allí desfilaron compañeros y compañeras de diversas organizaciones que lo despedimos en un acto sencillo, pero cargado de emotividad. Fueron discursos quebrados por lágrimas. Hablaron, entre otros, sus compañeros del POR, Alejandro López por el Soecn, y en nombre del PTS, reivindiqué, lo que considero una de sus mayores cualidades: su pasión, su persistencia, su lucha por construir la herramienta que necesitamos los trabajadores para nuestra liberación: un partido revolucionario, internacionalista.

Compañero Juan Yáñez: ¡Hasta el Socialismo Siempre!

Enterado telefónicamente, la jornada que siguió a la triste noticia fue de reflexiones y recuerdos, aquellos que se evocan con una sonrisa en los labios.

Juan el dirigente obrero estrella hablando en el Luna Park catapultado por Altamira.

Juan el dirigente obrero en desgracia con la burocracia de Altamira en el Congreso de noviembre de 1986.

Juan el dirigente obrero de la Lista Morada que costó convencer para que se sumara a la construcción de un Partido Obrero Revolucionario, luego de las expulsiones del PO.

Juan el político instintivo, de las precoces críticas al sectarismo autoproclamatorio de Guillermo Lora.

Juan el político no formado suficientemente en el marxismo, cultor del empirismo, incapaz de sacar las conclusiones de sus propios instintos en el Congreso del POR en el que como mayoría, consolidamos nuestra ruptura con el lorismo.

Juan (siempre), el solidario, el luchador, el que colocaba pasionalmente por delante su instinto de clase a sus propias vacilaciones intelectuales.

Juan expresión genuina de nuestra traumatizada vanguardia, golpeada por errores no autocriticados y por crímenes burocráticos no suficientemente denunciados.

Juan símbolo imponente, como una de esas montañas nevadas de los lagos del sur que recorrimos juntos, donde acampamos con nuestras familias, donde le enseñó a pescar truchas a mi hijo.

Mis ojos están húmedos. Hago una pausa en el teclado, levanto la vista, y ahí está esa foto histórica: Juan Yánez y mi hijo Román, jugando al ajedrez con los Andes de fondo.

Diario Rio Negro, edición 1º de agosto -



Murió Juan Yáñez




NEUQUEN (AN)- El sábado a la noche falleció Juan Yáñez, un reconocido dirigente obrero y luchador social de la región.

Yáñez, de 56 años, murió el sábado a la noche en su domicilio, presuntamente a raíz de un paro cardíaco.

Sus restos fueron velados durante el domingo y la jornada de ayer en la sede del sindicato de obreros ceramistas de Neuquén.

Nacido en Chile, debió dejar su país durante la sangrienta dictadura militar encabezada por el general Augusto Pinochet, a fines de la década del '70.

De todos modos nunca abandonó sus ideas, orientadas en defensa de la organización internacionalista de la clase obrera

Yáñez es reconocido en la zona por el papel que jugó como dirigente político y social.

Ese papel lo que lo llevó, entre otros acontecimientos, a participar en la huelga de los trabajadores de la construcción neuquinos de 1984.

Fue protagonista, junto a otros cientos, del gran plan de lucha de los trabajadores de la construcción de la presa Piedra del Aguila, en reclamo de medidas de seguridad en el emprendimiento, que incluyó una histórica caminata hacia la capital neuquina.

En 1995, colaboró con la conformación de la primera organización de trabajadores desempleados de la provincia: la Coordinadora de Desocupados de Neuquén.

En los últimos años, el dirigente político izquierdista estaba siempre presente en las distintas luchas sociales de la región. El Partido Obrero Revolucionario, del que era militante, lamentó ayer "la irreparable pérdida".


Rubén -

POR JUAN YAÑEZ

Yo soy JUAN el chileno; el cosechador, en la uva todo mosteado, colgado de las manzanas y agachado en los tomates, cortando cañas y embarrado hasta la cintura, haciendo de todo para sobrevivir; el carpintero se va de Mendoza para Neuquén. El delegado de la Construcción y la Morada; el dirigente obrero perseguido y gritando en el Luna Park, con el ejemplo de los obreros del sur, por una alternativa nacional clasista y antiburocrática. El militante político crítico; “el descompuesto”. El trotskysta y revolucionario internacional; el amigo cocinero, el Compañero, y el papá…
Ahora entiendo, que no era sólo miedo, lo que yo le tenía a mi padre; era también respeto y admiración. Era mi padre; y esto era prácticamente sagrado.
Lo odiaba también cuando hablaba de que íbamos a tener que trabajar, para ganarnos el pan con el sudor de la frente y de que esperaba que no lo tuviéramos que hacer a todo sol.
Que no había Dios, que la religión era un negocito y que los patrones, no deberían existir.
Lo echaron del fundo por Comunista cuando yo tenía 6 años y el todavía no sabía que eso lo hacía enemigo de los alemanes y ricos dueños de toda la tierra en Chile.
Sabía leer porque fue dos años a la escuela, pero no aprendió las cosas leyendo; todo se lo enseñó el mismo sistema y el sufrimiento, no obstante los demás, todavía no saben nada y se morirán sin haber siquiera melgado.
Hoy 30 de julio de 2006, quiero decirles a mis hijos que todo el montón de libros, y lo que encuentren impreso y escrito por ahí; tiene que ver conmigo, con nuestra situación y con el futuro. Son parte de lo que yo soy y la causa de nuestra clase; el Proletariado.
Les digo esto por si mañana, quisieran saber algo más de su padre y espero les sirva y ayude buscando recuperar para los obreros, su condición humana y derechos perdidos dentro de los sistemas de explotación; donde el imperialismo controla todo, relegándonos directamente a la condición de esclavos “libres” es decir; humanos reducidos a la condición de bestias para producir y no pensar.
Somos porfiados y testarudos por naturaleza y seguiremos trabajando para ir ampliando y ahora con más fuerzas el área de la cordura y de la razón, para ser parte del futuro soñado; en polvo, astillas y corazón.
Es de la clase obrera el Programa, el desarrollo teórico, la experiencia revolucionaria y las banderas que recogerán nuestros hijos, en defensa de la vida.
¿Quién fue su padre niños, hijitos de Juan?,
Él fue y será siempre, nuestro Compañero JUAN YÁÑEZ, una estrella del Pacífico para honrar la bandera internacional de la clase obrera.
Por el Comunismo y hasta la victoria del Proletariado siempre.
Compañero Juan, Presente!!!

Rubén