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CONTRA LA CORRIENTE

TROTSKYSMO Y ANARQUISMOLa lucha entre el programa revolucionario del proletariado y el diletantismo de la pequeñaburguesía liberal

El debate político, la discusión ha enriquecido y dado cuerpo a la teoría del proletariado: no otra cosa es el materialismo histórico. La descomunal obra de Marx, El Capital, es una polémica con el liberalismo burgués, en la cual se desnuda la incapacidad histórica de la burguesía de seguir resolviendo los problemas que planteaba el desarrollo productivo mundial, el destino de la humanidad.
            En esta polémica, hace más de un siglo Marx se trenzó en una inclemente disputa  con una tendencia que calificó de burguesa: el anarquismo de Bakunin. Esta tendencia -infiltración burguesa en la I Internacional- mereció toneladas artículos que sirvieron de base programática para la  estructuración de la II Internacional. El propio Marx definió el papel del anarquismo, luego de ser éste expulsado de la Asociación Internacional de Trabajadores (1ª Int).
            Efectivamente, así se expresa en su folleto “Supuestas escisiones de la Internacional”: “Y, como en toda fase histórica resurgen por un momento los viejos errores, para volver a desaparecer poco después, vemos cómo en el seno de la Internacional nacen también Secciones sectarias... el tiempo (de las sectas) ha pasado ya. Pues, si en un pasado pudieron contener elementos de progreso, el programa de la Alianza (Alianza Internacional de la Democracia Socialista, así se llamaba la fracción anarquista, LO), que camina a rastras en las andaderas de un “Mahoma sin Corán” (Bakunin), no es más que un cúmulo de ideas hace tiempo superadas, que, envueltas en frases altisonantes, sólo pueden asustar a idiotas burgueses o suministrar a los fiscales bonapartistas o de otra calaña elementos de prueba contra la Internacional... la fraseología de estos sectarios, cuyo radicalismo reside solamente en las palabras, presta un servicio excelente a los designios de la reacción”. Más adelante define al propio anarquismo: “La anarquía, he aquí el gran caballo de batalla de su maestro Bakunin, quién de todos los sistemas socialistas ha tomado los epígrafes... (volviendo, LO) las cosas la revés, proclama la anarquía (comunismo libertario, LO) en las filas de los revolucionarios como el medio más infalible para destruir los formidables medios de poder social y político concentrados en manos de los explotadores. Y, bajo este pretexto, exige de la Internacional, en el momento mismo en que el viejo mundo trata de aplastarla, que sustituya su organización por la anarquía. Tampoco la policía internacional exige otra cosa, para eternizar la República de Thiers, cubriéndola con el manto del emperador”.
            Debe concluirse que el origen histórico del anarquismo es precisamente el de una tendencia burguesa que pugna por desintegrar la organización centralizada y de combate, de que se dotó el proletariado europeo con la I Internacional. Esta es la esencia del anarquismo: la destrucción, la putrefacción de las organizaciones obreras en el diletantismo. Este diletantismo, esta incapacidad para proyectar políticamente el accionar de las masas en lucha, es lo que estúpidamente se bautiza como “comunismo libertario”.

 

¿QUÉ ES EL ANARQUISMO?
            Para sustentar su accionar desintegrador, los anarquistas se presentan vestidos con ropa prestada del liberalismo burgués, sus pilares ideológicos no alcanzan ni para un chiste:

 

· El ANTIPARTIDISMO, antiautoritarismo o la libertad del individuo como mascarada del burocratismo y la colaboración de clases. Esto se opone a la dirección y programa proletarios, resulta ser no más que una mascarada para el accionar de facto de entidades secretas, sectas, como la fracción bakuninista o la FAI española, que por estructurarse de espaldas a las bases obreras, engañándolas, se pronuncian en contra de la abierta y declarada formación del partido revolucionario oponiéndole ni más ni menos que la impotente asamblea de un sindicato, la que se bautiza como “prefigurativa” del socialismo.
            Este “antiautoritarismo”, “libertarismo”, nosotros leemos aquí simplemente liberalismo, encubre la práctica burocrática de entidades secretas que se limitan a “controlar” los organismos obreros, de forma de contenerlos dentro de los marcos burgueses. Su carácter secreto no tiene que ver con su clandestinidad frente a la burguesía, es la impostura del estafador. Este carácter “secreto” le permite a la FAI (Federación Anarquista Ibérica), lavarse las manos hasta el día de hoy, negando toda responsabilidad en la derrota de la Revolución en la Guerra Civil española, en circunstancias que su supuesto radicalismo (que se limitaba a quemar iglesias) encubría el colaboracionismo de clases que suponía el integrar el gobierno burgués del Frente Popular que abrió las puertas a la reacción franquista.
            En definitiva el antipartidismo anarquista condena a los obreros a la parálisis política, impidiendo que se expresen sus intereses históricos como lucha por el poder. Muy por el contrario, la simple asamblea sindical es en realidad prefigurativa del economicismo, del gremialismo, arena en la cual la burguesía se empeña se movilicen disciplinados los obreros, de forma de impedir que éstos emerjan en la lucha de clases como la clase que acaudille la insurrección de los explotados. El antipartidismo, es por lo mismo esencial y radicalmente burgués, toda vez que persigue impedir el desarrollo de la conciencia política de los expotados. El anarquismo tiene acá un punto de encuentro con el fascismo y las expresiones políticas más reaccionarias de la burguesía, toda vez que se pretende como articulador del desarme político, organizativo y programático del proletariado.

 

· El APOLITICISMO y espontaneísmo. Los anarquistas consecuentes con su lucha en contra de la formación del partido revolucionario, lo son también del programa y de la teoría revolucionaria. Sin embargo, debido a que esta postura resulta impresentable, optan por una postura más “combativa”, se nos presentan como cultores de la “acción directa” a la cual por sí sola atribuyen la propiedad de resolver todos los problemas sociales por conducir inevitablemente a la “Revolución Social”.
Para abordar esta cuestión, de el papel de la acción directa en el proceso  revolucionario hemos de remitirnos a nuestro programa partidario, el cual señala en su Tesis IV que:
“20 ‑ Como marxistas excluimos por principio la pacÍfica y gradual transformación de la sociedad capitalista en socialista, no existen por tanto posibilidades de acomodar las relaciones de producción imperantes a las necesidades de la humanidad. Es imperioso destruir estas relaciones de producción mediante el uso de la violencia revolucionaria. Esta violencia, expresión política de la presión de las fuerzas Productivas por liberarse de la propiedad privada de los medios de producción, se expresa mediante la acción directa de las masas y se consuma en la lucha armada e insurreccional de las mismas contra el Estado burgués.
       La experiencia histórica de nuestra clase y de las masas oprimidas ha revelado que es el proletariado ‑a partir de sus propios métodos de lucha cimentados en la acción directa quien ha logrado definir los contornos de estas acciones imponiéndoles la impronta multitudinaria de sus luchas. Es importante consignar que debido al pesado lastre de los partidos obreros democratizantes, persiste abrumadoramente en las masas el parlamentarismo en el cual durante este siglo ha realizado el grueso de su experiencia política la clase obrera. Este factor actúa de un modo dominante en el retardo de la formación de la conciencia política del proletariado.
       Esta realidad nos obliga a participar de esta experiencia de las masas para ayudarlas a destruir sus ilusiones en el parlamento, las elecciones y la democracia burguesa en su conjunto. Iremos, entonces, a participar en las elecciones en que tienen puesta su atención las masas para exponerles nuestro programa revolucionario y convocarlas a echar abajo ‑ con la acción directa de las masas‑ la institucionalidad de los explotadores.
       Finalmente, debemos señalar que el parlamentarismo de las masas, su ilusión en la democracia burguesa, además de la repercusión en el retraso en la formación de la conciencia política del proletariado (la construcción de su propio programa y partido), ha incidido también en la radicalidad de las acciones de las mismas masas, Desde los años veinte, de un modo más marcado, la historia del movimiento obrero y de masas desconoce grandes alzamientos insurreccionales que hayan logrado desbaratar ‑así sea transitoriamente‑ el Estado y el aparato militar burgués. Nuestra historia desconoce movimientos como los de Bolivia el 52 o Nicaragua cl 79, así como tampoco hay registro de Guerra Civil. En definitiva, el contacto de las masas con las armas ha sido accidental, parcial y de corto aliento. Ello no ha impedido que en determinados periodos (1931 en Concepción; 1973 en Viña del Mar) la clase obrera haya logrado quebrar parcialmente a las FFAA ‑especialmente a la Marina‑ y, si estas tendencias no lograron desarrollarse se debe a la tarea pacifista o a veces ultraizquierdista, pero siempre desmovilizadora y colaboracionista de clases del stalinismo y la socialdemocracia. Corresponde a los revolucionarios ayudar a que las masas asimilen críticamente estas altas experiencias de sus propias luchas, para impulsar sobre estos cimientos su embestida revolucionaria sobre el régimen capitalista.
21.‑ La lucha de clases, el choque de clases antagónicas dentro de la sociedad, la lucha de las fuerzas productivas por libertase de relaciones de producción que se han vuelto reaccionarias, constituyen el motor de la historia la que avanza críticamente en medio de revoluciones.
      Sin embargo, en el interior de este proceso, los explotados dicen su palabra mediante la acción directa. Entendemos por tal a todo movimiento en que las masas toman en sus propias manos la lucha por imposición de sus intereses y reivindicaciones, pasando por encima de la legalidad y las instituciones burguesas. Se trata de un accionar que tiene por sujeto a las masas y que persigue la imposición directa, violenta, de sus intereses. Hay acción directa, por tanto, aún sin partido revolucionario por cuanto ella emana la más de las veces de un modo espontáneo, sin que en ello intervenga una mayor maduración política. Hay acción directa sin partido, pero no al revés, por cuanto es sólo a través de la intervención en la acción directa de las masas que el partido revolucionario podrá construirse, a condición de que busque forjar en dicha intervención el programa del proletariado. En consecuencia la acción directa, la multitudinaria fuerza de las masas en su lucha, constituye el hábitat de todo revolucionario, el suelo en el que germinará el partido revolucionario, el único camino que conecta a las masas con su programa y con la revolución, es el camino que comienza con caceroleos, brazos caídos, marchas, huelgas, pasando a paros, piquetes, soviets y encontrando su máxima expresión en la insurrección. Salvo excepcionalidades históricas, la acción directa en gran medida tiene lugar con independencia de la voluntad del partido, sin embargo la única posibilidad de que ésta se proyecte hacia la concientización de la clase radica en la insustituible y abnegada militancia de los revolucionarios”.
            Queda entonces de manifiesto, que desde una perspectiva proletaria, trotskista, la acción directa -la toma en sus propias manos de los explotados de la resolución de sus conflictos por encima de la legalidad burguesa- es sólo el terreno en que el programa revolucionario puede desarrollarse y enriquecerse. La estructuración del partido obrero revolucionario es la condición necesaria, imprescindible para que esa acción directa se proyecte como lucha de clases, como enfrentamiento a la burguesía. La sola acción directa, tomada como un hecho inevitable del desarrollo de las contradicciones sociales, carente de dirección revolucionaria resulta por lo mismo impotente en términos revolucionarios.
            Para concluir se debe señalar que el recurrente rechazo a la discusión política por parte de los anarquistas, algunos de sus militantes se jactan de ni siquiera leer el diario, es una manifestación adicional de su raquitismo política y teórico. También lo es su infantil rechazo a la “política burguesa” que se traduce en esconder la cabeza ante la lucha de clases. Son cuestiones que de conjunto retratan la indigencia ideológica, teórica, programática, del activismo que se reclama anarquista. Con ello pretenden ocultar su indisimulada pasividad ante el orden burgués, dentro del cual aspiran a representar la extrema izquierda del liberalismo burgués. Tal cosa es la única sobrevivencia del anarquismo hoy, el anarcosindicalismo.
            Este apoliticismo, que profesa un culto religioso por el simple accionar de las masas, despreciando la teoría, como ya hemos demostrado se transforma en burocratismo ya que pretende imponer esta concepción cavernaria y gorila, impidiendo todo debate político con la excusa de que impide la “lucha”. Esta es una típica concepción burocrática, de cuño stalinista, con la que se busca impedir la politización de la vanguardia de forma de contenerla en los estrechísimos marcos del espontaneísmo como hemos apuntado más arriba.

 

· La concepción IDEALISTA Y UTÓPICA del socialismo (¿disolución del Estado o de la Revolución?)
            La “gran” contribución teórica del anarquismo (del específico, sindicalista, ecologista, homosexual, punk, etc.) lo constituye, ¡oh sorpresa!, el planteamiento disolucionista del Estado.
            En realidad, esta concepción presente ya en los primeros materialistas griegos, es distintiva de todo cuerpo ideológico que se pretenda subversivo, contrario al orden establecido. Sin embargo es en el Manifiesto Comunista, donde adquiere su potencial revolucionario como contenido del programa proletario y de su sociedad sin clases, de productores libres asociados, el comunismo.
            Si esta concepción, se encuentra marcada a fuego por los clásicos del marxismo  (magistralmente desarrollada por Lenin en “El Estado y la Revolución”, y por Trotsky en “La Revolución Traicionada”), de la cual se desprende el planteamiento disolucionista del Estado del materialismo histórico; cabe preguntarse, a qué viene esta idea del “comunismo libertario” y la autoproclamación antiestatista, que tan majadera y superficialmente  repiten como un rezo los anarquistas.
            En este punto es necesario retomar polémicas del siglo XIX que fundaron la delimitación entre el socialismo utópico burgués y el socialismo científico del proletariado.
            La postura proletaria, desarrollada por Marx ya en el Manifiesto, pone de relieve que el Estado es por definición un organismo represivo de clase, que ubicado en la superestructura social es creado por la clase dominante a objeto preservar la integridad de las relaciones de producción que existen objetivamente en la estructura social. Por lo mismo, la principal institución estatal son las FFAA, al punto que Engels, ironizando, llegó a definir al Estado como “una banda de matones al servicio del capital”.
            De esta concepción histórica, científica, se debe concluir que la lucha contra el orden burgués -en la etapa capitalista que vivimos- se traduce principalmente como una lucha contra el Estado burgués. Por lo mismo desde el punto de vista del gobierno, la lucha revolucionaria de los obreros, se traduce en la expulsión del poder de los explotadores, la destrucción de su Estado y la formación -asentada en los órganos de doble poder desarrollados por las masas en el período pre-revolucionario- de un Estado obrero. La disolución del Estado por el Comunismo, requiere dialécticamente de un Estado Obrero (el primero en la historia en poder de los explotados), que impulse la revolución a escala mundial.  Tal es el contenido general que asignamos los marxistas, desde hace más de 150 años, a la revolución proletaria, a su gobierno la dictadura del proletariado.
            La materialización del programa proletario, que se consuma repetimos con la disolución del Estado y de las clases sociales en el Comunismo, sólo es posible a condición de que la clase obrera, liderando al conjunto de las masas explotadas, destruya las viejas relaciones de producción para reemplazarlas por las distintivas del socialismo en que los medios de producción se han socializado. Tal proceso sólo puede concebirse en términos mundiales, si bien es cierto la revolución nace -por el desarrollo desigual de los obreros de los distintos países- en las fronteras nacionales, ella se desarrolla en la internacional y se remata como revolución mundial. La extrema internacionalización de las clases sociales, resultado de la producción en su fase imperialista, no permite otro tipo de revolución ni siquiera la coexistencia de dos sistemas sociales antagónicos, como proclamara el stalinismo.
            Consumar esta descomunal tarea requiere no sólo contar con un partido mundial de la revolución socialista, se hace necesario movilizar y armar a vastos sectores explotados, hacer la revolución productiva, contener la reacción imperialista interna y externa, impulsar la lucha de clases a escala mundial en defensa de la revolución, etc., las tareas propias de un proceso convulsivo y naciente que enfrentará la reacción a toda escala. Para realizar estas tareas se requiere de una organización  que permita a las masas salir del atraso y la opresión y centralizar su lucha contra los explotadores, los que seguirán conspirando mientras no sean aniquilados política, militar y económicamente, en ese orden. La realización de estas tareas supone la creación de un Estado obrero, ejecutor de la dictadura proletaria sobre la burguesía y el imperialismo y garante de las más amplias libertades de expresión política y armamento de las masas explotadas.
            Sólo un imbécil, un idealista o francamente un reaccionario puede pretender que las masas consumen sus aspiraciones revolucionarias y derroten a la burguesía sin estructurar su propio Estado Obrero. El planteamiento anarquista de que la revolución debe disolver todo estado, consumada que sea la derrota de la burguesía es revelador de su concepción idealista y utópica de la revolución. Este planteamiento supuestamente “disolucionista” del Estado lo es en realidad de la Revolución. El “disolucionismo” anarquista nada tiene de revolucionario, y sólo sirve a la reacción. La concepción infantil de los anarquistas, de que los obreros luego de derrotar a la burguesía deben dedicarse sólo a producir, es reveladora de los temores y aprehensiones de la pequeña burguesía que pretende evitar que los obreros “se contaminen” con el poder. Esta concepción, fruto de la ignorancia, cobardía y pedantería de las capas medias de la sociedad, arranca de la idea de que los obreros no pueden gobernar. Bajo esta concepción fueron llevados a la muerte miles de obreros catalanes en la Guerra Civil española, a los que los anarquistas condenaron al aislamiento en un primer momento, para luego ponerlos bajo la tutela del Frente Popular. Esta tesis liquidacionista de la revolución está manchada con la sangre de los obreros de Barcelona. Por lo mismo se castra el proceso revolucionario y se impide su desarrollo a escala mundial.
            En resumen, el “disolucionismo” anarquista plantea: 1.- Que los obreros no deben luchar por el poder;  2.- Que la revolución termina en la esfera nacional. Con estos planteamientos, todas las radicales gárgaras sobre la revolución, la democracia de las bases, el socialismo, etc., terminan en algo muy simple, liberalismo barato, democratismo, nacionalismo, y en el mejor de los casos socialismo utópico.
            Nada tienen en común anarquismo y trotskismo, aunque con mayor o menor interés la prensa nos confunda. El anarquismo es una ideología de la pequeña burguesía radicalizada; el trotskysmo, por el contrario, es el programa de la Revolución y Dictadura Proletarias, es la ideología de los explotados, de sus capas más oprimidas, contra la opresión burguesa.
            Entre ambas corrientes existe pues una delimitación de clase, estratégica. Los trotskystas luchamos por el poder, por la revolución mundial, por el partido revolucionario, por su programa, por la politización de la vanguardia. Los anarquistas en contrario no quieren el poder, ni la revolución mundial, ni el partido, ni el programa, ni la politización de la vanguardia. Nosotros encarnamos el combate revolucionario de las masas, preparamos la victoria. Los anarquistas encarnan la disolución de los organismos de clase y diletantismo, preparan a su manera la derrota del proletariado no otra cosa puede esperarse de la clase media.
            En este mismo sentido Trotsky, en su folleto “La revolución española y la táctica de los comunistas” escrito en marzo de 1931 señaló que “no debemos hacernos ninguna ilusión respecto a la suerte del anarcosindicalismo como doctrina y como método revolucionario. El anarcosindicalismo, con su carencia de programa revolucionario y su incomprensión del papel del partido, desarma al proletariado. Los anarquistas "niegan" la política hasta que ésta les coge por el pescuezo: entonces dejan el sitio libre para el desarrollo de la política de la clase enemiga.”

 

POR QUÉ HABLAR DE UNA TENDENCIA MUERTA

            Hacemos esta delimitación de principios y estratégica con el anarquismo por varios motivos. Primero, porque se trata de una corriente viva sobre todo en los medios universitarios y con la cual nos encontramos realizando un trabajo común en el desarrollo del Comité de Solidaridad Obrera.  Consecuentes con la concepción leninista de frentes esta crítica se encuadra en la concepción de unidad-enfrentamiento, que persigue la imposición del programa partidario en toda actividad que realicemos, con entera libertad de crítica.
            Segundo, porque se trata de una discusión que no hacían los marxistas -es lo que hemos podido indagar- desde hace más de 60 años, precisamente porque luego de la Guerra Civil española, la política frentepopulista y traidora de la FAI, especialmente en Cataluña, hizo desaparecer al anarcosindicalismo de la faz de la tierra. En Chile llegando a nuestro país por la vía de obreros inmigrantes españoles e italianos, el anarcosindicalismo fue derrotado por su incapacidad de dar respuesta política a las necesidades de organización del movimiento obrero de la época, sepultándolo en definitiva el marxismo de Recabarren.
            Con todo el anarquismo que vuelve a Chile en nuestros días, no escapa a la debacle del conjunto de la izquierda mundial. El reciente “Encuentro Libertario”, lamentable e irresponsablemente convocado por el propio CSO puso de manifiesto que esta corriente es predominantemente estudiantil y a guisa del propio aviso convocante, se trata de grupos contestatarios “contraculturales”, sin ninguna perspectiva seria de estructuración en el movimiento obrero. En un sentido general, la existencia de estos grupos revela nuestra propia impotencia para estructurarnos como partido-programa enraízados en las masas. Nosotros integramos el CSO y rechazamos que aparezca convocando un encuentro signado por una tendencia pequeño burguesa como el anarquismo.
            Tercero, porque por olvido o por este carácter de “pieza de museo” que ostenta hasta nuestros días el anarquismo, se ha deslizado en muchos grupos, incluso aquellos que se reclaman trotskystas, que el anarquismo es una corriente revolucionaria, que contribuyó progresivamente a la estructuración del movimiento obrero, etc.. Es un poco, la vieja costumbre católica de hablar bien de los muertos, aunque como en este caso se trate de un muerto muy bien muerto.
            Con esta nota queremos comenzar a actualizar el debate con una corriente que el propio Marx calificó de burguesa. Esto no significa que debamos abandonar el trabajo del CSO -eso sería sectarismo- pero el trabajo debe orientarse sobre su militancia, en abierta polémica con sus archiderrotadas concepciones que ni aún la caída del Muro de Berlín, ni la descomunal crisis de la izquierda marxista, han logrado mínimamente rehabilitar. Anarquismo, stalinismo, castrismo, etc. son todas corrientes extrañas al proletariado y deben ser combatidas como tales, cuestión que no nos libra ni del debate, ni del trabajo codo a codo con sus militantes en las luchas.
           

LOS ANARQUISTAS PRETENDEN SACARNOS DE LA LUCHA CONTRA FREI

            En su planteamiento los anarcos del CSO nos dicen que no debemos proclamar abiertamente la lucha contra el gobierno pro-imperialista de Frei, por cuanto esto introduce un elemento de división innecesaria, bastando sólo la convocatoria general a la lucha contra el capital. Ya hemos señalado las raíces teóricas de este planteamiento, baste confirmar que en el caso en particular esta posición representa una cómoda adaptación a la postura “apolítica” del anarquismo.
            Sin embargo debemos profundizar aún más, en nuestra consigna contra el gobierno y el papel que a ella le cabe en nuestra política. Consecuentes con nuestra caracterización del Gobierno y del Régimen, en esta etapa sostenemos la consigna de “UNIR LAS LUCHAS CONTRA EL GOBIERNO PRO-IMPERIALISTA DE FREI”. La necesidad de este planteamiento descansa sobre la base de preparar a las masas para enfrentar la ofensiva imperialista que operatiza el gobierno concertacionista, partimos pues del supuesto de que asistimos a un proceso desarticulado de luchas sectoriales cuya principal debilidad es la falta de una referencia unificadora de sus combates. En ese mismo sentido esta consigna, además de señalar una tarea concreta a la vanguardia (se vincula a la de “PREPARA LA HUELGA GENERAL”),  caracteriza al gobierno como servil instrumento del imperialismo. El Gobierno lo designamos por FREI, ya que su persona sintetiza las facultades gubernamentales de un modo más preciso.
            La necesidad de ir más allá de la sola denuncia al régimen capitalista en abstracto, nos obliga a precisar a las masas una concreta consigna frente al gobierno burgués de turno. La falta de esta consigna, de esta política, puede volver impotente la política general de una organización. Efectivamente, es la definición precisa y clara frente al Gobierno lo que permite a las masas acercarse al programa revolucionario. Las referencias generales a la revolución, a la lucha contra la burguesía, si no están conectadas al accionar real de las masas las deja a estas sin orientación y hace sucumbir a la vanguardia en una tarea estéril.
            Tal es el papel del oportunismo de “izquierda” del anarquismo dentro del CSO, el que se niega a denunciar abiertamente al gobierno de Frei, incluso frente a medidas tan impopulares como los recortes presupuestarios de Julio. Esta impostura del CSO, lo hizo quedar a la derecha de burócratas como Acorssi, Maturana, Pavez y cía. los que sí llamaron a movilizarse contra el Gobierno. Pero los anarquistas del CSO prefieren mantener la pureza de su principios, prefieren evitar ensuciarse con la politiquería burguesa. De esta forma se divide el trabajo para estos aprendices de oportunistas: a los obreros sólo les corresponde luchar (jamás gobernar), el gobierno (y la explotación) son cosas propias de los patrones. Con estos revolucionarios Luksic, Angelini y otras linduras por el estilo pueden seguir durmiendo plácidamente sin que ninguna lucha les perturbe el sueño.

 

EL COMITÉ DE SOLIDARIDAD OBRERA DEBE SER UN PUNTO DE PARTIDA PARA EL DESARROLLO DE UNA CORRIENTE SINDICAL CLASISTA Y REVOLUCIONARIA
            A partir de que el CSO aparece convocando al reciente “Encuentro Libertario” junto a otros “Colectivos” anarquistas, se pretende constituirlo formalmente como un agrupamiento anarcosindicalista. Ello es el resultado de las capitulaciones del colectivo del CSO favor de esta tendencia. Tal capitulación ha tenido como resultado: que no se pueda cuestionar la política del CSO con la excusa burocrática de que es un organismo de lucha y no de discusión, razón por la cual no se pueden cuestionar las políticas del mismo lo que ha tenido como resultado que el organismo se defina anarquista; que se desvirtúe el carácter de organismo de lucha que dimos hace años al Comité y se comience a discriminar ideológicamente.
            Esta situación debe cuestionar nuestra participación en el CSO ya que en la práctica estamos poniendo nuestras fuerzas militantes y las de otros compañeros de izquierda independientes al servicio de una política anti-marxista y sectaria. Debe restableciese nuestra presencia política en el interior del CSO sobre las siguientes bases: absoluta libertad de crítica y expresión, no a la censura ideológica; el CSO debe volver a ser un referente para los luchadores de izquierda, por ser un centro de activistas en él -y no afuera- se deben discutir las políticas que se impulsen por simple mayoría; sobre estas bases el CSO volverá a ser un referente para irradiar la política revolucionaria sobre la vanguardia sindical de la zona, única forma de que efectivamente se materialice su objetivo de contribuir al desarrollo de organizaciones sindicales, y de una corriente sindical clasista, esta última postura vetada por los anarcos.

 

Valparaíso, Septiembre de 1998

 

11 comentarios

Brian Nahuel -

Lamento decir que todos estan equivocados, en especial el autor. que carece de toda capacidad de conocer la historia y la multiplicidad de factores que en ella se inter relacionan. Como primer punto el anarquismo, no es bakunin ni kriopotkin , el anarquismo es uyna corriente mucho mas amplia que fue construyendo su programa segun las coyunturas y las realidades de cada region, no queriendo introducir por la fuerza un programa determinado en una realidad ya determinada (programa de transicion de trostky), el anarquismo no carece de un programa, vivas experiencias son la ucrania revolucionaria y mas lejos con la ibnternacional anarquista y las actuallizaciones teoricas como el manifiesto comunista libertario y experiencias concretas como la federacion anarquista uruguaya o resistencia libertaria en argentina, todas dan cuenta de la capicidad politica del anarquismo en cada prioceso historico. Despues quiero señalar que los prioncipios a los cual acudiste para definior al anarquismo son totalmente falsos, sobre todo porque son acotados, descontextualizados y sin mas valor que la frase de un momento historico. el anarquismo es una tendencia viva en el mundo y en pleno resurgimiento a diferencia del trostkismo en pleno retroceso por su caracter autorirtario sobre las masas obreros. lo demuestran en aquellos sindicatos en los cuales se encuentran, no logran unidad por su caracter sectario..en el ferrocarril roca argentina, PO, PTS is...SON TODOS PARTIDOS TROSTKISTAS QUE NO VAN JUNTOS EN LAS LUISTAS POR SUU CARACTER SECTARIO...TODOS QUIEREN SER LÑA VANGUARDIA DE LA REVOLUCION..el anarquismo en cambio va tomando mas forma...porque levanta los reclamos desde las masas y no del partido a las masas...podria estar años respondiendo tu ignorancia...pero no perderia tiempo en un debate que carece de importancuia politica.

Christian -

Muchachos, dividirnos nos debilita. El artículo menciona la Revolución Sandinista, allí había componentes de izquierdas y centroizquierdas. El trotskismo debe tener una vocación frentista para enfrentar la burguesía, sin por esto confundirse entre fracciones que le son disímiles.

Ned Ludd -

se nota que jamas leiste un solo texto anarquista, tus definiciones son de wikipedia... el anarquista busca la destruccion del estado tanto como el comunismo, lo que repudiamos es toda clase de autoridad. estamos a favor de la organizacion de los obreros, en su conjunto con la gente del campo y tambien las clases mas oprimidas de la sociedad, el lumpenproletariat... si no ubiese una minima organizacion la revolucion social jamas ocurriria, bakunin no era ningun tonto, ni los anarquistas los somos... que llames burgues a bakunin es la falta de respeto mas grande que puedas hacerle a cualquier luchardor por un mundo mejor, sea marxista, comunista, anarquista, etc.. estuvo casi 20 años en las carceles, estuvo en campos de concentracion en siberia, fue exiliado, combatio en dresde, etc; fue un ejemplo de luchador!!! te invito a que leas un poco mas... no todo pasa por trostky

Otro Diego -

Tocayo: el poder conquistado. A Trotsky lo rajaron, Stalin permaneció hasta el día de su muerte. La experiencia de la URSS deja claro que Stalin es la culminación del marxismo. Sus conceptos (partido único, dictadura del proletariado) lo convierten en una aberración autoritaria. Luego hablan del capitalismo y bla bla bla... dejense de joder y hablemos en serio: en tanto y en cuanto la economía global se base en bienes ideales -el dinero, que no tiene ningún valor per se- no vamos a llegar a ninguna parte. La divisa debe ser un bien real, útil. Y en este mundo donde la tecnología determina la calidad de vida, ese divisa debe ser la energía. Capitalistas, trostkistas y comunistas cierran bien la boca ante esto. Luego tiran a matar contra todos. En especial los trostkistas, que se han levantado pedestales para sí, ocultan sus manos manchadas con sangre (URSS, Ucrania, etc)y fingen ser los salvadores de la humanidad. A ver si se enteran que si no está repleto de anarquistas en el movimiento obrero es porque ustedes nos sacan a patadas y ya han matado a muchos de nosotros como para que nos quedemos entre ustedes.

diego -

siempre el trotskismo parado en un altar de razon apuntando a todos los demas.cuando los anarquistas polacos formaron su soviet el mismo trotsky se encargo de perseguirlos y fusilarlos.la mayoria eran campesinos y obreros. que diferencia hay entre el y stalin?

mak13 -

Todas las democracias industriales avanzadas toleran la fiel oposición izquierdista, que sólo es justa en tanto que esta los tolera a ellos.

leonardo -

Bajo la influencia del régimen totalitario de la URSS y por intermedio de los organismos llamados “culturales” que ella controla en los demás países, se ha extendido por el mundo entero un profundo crepúsculo hostil a la emergencia de cualquier especie de valor espiritual. Crepúsculo de fango y de sangre en el que, disfrazados de intelectuales y artistas, se suman hombres que han hecho del servilismo un móvil, de la negación de sus principios un juego perverso, del falso testimonio venal una costumbre, y de la apología del crimen un placer. El arte oficial de la época staliniana refleja, con una crueldad sin paralelo en la historia, sus irrisorios esfuerzos por aparentar lo que no es y enmascarar su verdadero papel mercenario. […]

finalidad de este manifiesto es encontrar un terreno donde reunir a los defensores revolucionarios del arte, para servir a la revolución con los métodos del arte y defender la propia libertad de éste contra los usurpadores de la revolución. […] Los marxistas pueden marchar aquí de la mano de los anarquistas a condición de que unos y otros rompan implacablemente con el espíritu policíaco reaccionario, ya sea representado éste por José Stalin, o por su vasallo García Oliver**. […]

Manifiesto por un arte revolucionario independiente

Fragmentos*)
México, 25 de julio de 1938
André Bretón y León Trotsky


no vengas con puterios historicos y se vos menos sectario que la clase trabajadora esta podrida de estas cosas...

viva la revolucion social!!

CopyLeft Film -

Agente de la revolución
"¿Que pasaría si en las playas de Cuba aparece un millón de norteamericanos? Nada - responde Orrio - pues no se dispara a los turistas".
David Manuel Orrio durante once años brillaba como uno de los más famosos periodistas opositores de Cuba. Se entrevistaba con senadores, miembros del Congreso americano, gobernadores y un ex presidente. Lo hacía para convencerles que hay que quitar el bloqueo de Cuba. A pesar de que ya se ha revelado su papel de "agente de la revolución" sigue escribiendo y publicando dando más de una prueba de que ha preservado el espíritu crítico de periodista opositor.
Orrio es entrevistado por Piotr Ikonowicz, líder de la Nueva Izquierda polaca.
Febrero 2007.
Agente de la revolución. Parte 1.
http://pl.youtube.com/watch?v=WVsRSvy-KnU

Agente de la revolución. Parte 2.
http://pl.youtube.com/watch?v=LX3zPaG1neA

Agente de la revolución. Parte 3.
http://pl.youtube.com/watch?v=PQa2W-UP3aM

Agente de la revolución. Parte 4.
http://pl.youtube.com/watch?v=VO3xktLJZxs

CLF

CV anarko -

Ustedes los rojo y su ambisioso sueño de tener el poder y llegar hasta el gobierno ... ¿Para que? para que vuelva a aver una clase obrera y aplastada cuando los rojos esten aen el poder ?
¿Una dictadura? Para matar y asesinar gente inosente por su sedienta ambison del poder y el dinero .Ademas nosotros los verdaderos revolucionarios siempre estaremos contra toda autoriad gubernamental !!!
Si ustedes quieren llegar al poder quienes sean los que " Gobiernen " siempre estarn llenos de dinero y no viviremos en igualdad .

¡¡¡¡solo la anarquia sosialisa al mundo !!!!

CV anarko -

*****************************Para sustentar su accionar desintegrador, los anarquistas se presentan vestidos con ropa prestada del liberalismo burgués, sus pilares ideológicos no alcanzan ni para un chiste***

Cuando se es pobre y no podemos elegir la ropa que debemos vestir , nos ponemos lo que este a mano para husarla , no somos burgesitos para elgir nuestra vestimenta o maraca o tipo de ropa , ademas no vengas con esa estupida patraña , por que ustedes tambien se visten como sea y en lo personal yo e visto trotkystas vestidos con marcas multinacionales y cosas asi .
Ademas si no conoses los ideales anarquistas mejor callate por que nosotros no los emos insultado, y si quieres ver que movimiento es el que mas agerrido se muestra o el que mas a logrado cosas atraves del tiempo y la lucha contra el estado y el capital.

QUE LO CHUPE EL CONCHETUMARE QUE ESCRIVIO ESTE PUTO ARTICULO O LO QUE SEA.

CV anarko -

menos mal que se pueden añadir comentarios... ya que si no no seria nada democratico.
lo que me molesta mucho de los trotskystas es que siempre estan criticando a los demas movimientos revolucionarios si siquiera conocerlos.
No olviden que ustedes son rojos, comunistas ( como quieran ) pero el comunismo hoy en dia es una gran forma de disfrasarse al igual que el sosialismo para los estados burgeses asesinos como son los de sudamerica o mejor dicho log goviernos de michel,evo , lula y chaves etc. Todos ellos disfrasados de sosialistas y comunistas , pero son tan facsiatas como el asesino de bush . Ustedes los trotsky no an pensado que tambien ahy gente que se hace llamar anarquista ,cuando en reealidad no lo es ...
bueno este comentario es para que el trosko que lo lea piense en lo que dije...
saludos a los verdaderos compañeros que dan sus vidas en la lucha !!
salud y reveldia!