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CONTRA LA CORRIENTE

VOTO NULO, PALANCA PARA BARRER CON EL ELECTORALISMO VIA ACCION DIRECTA.

            No obstante encontrarnos a más de 5 meses de las próximas elecciones parlamentarias y mientras pareciera que a nadie preocupa mayormente el asunto, los partidos políticos del régimen, desde la UDI al PC se encontraron de cabeza preparando su plantilla de candidatos para las próximas elecciones.
            En la derecha la eterna disputa entre los "duros" de la UDI y los "blandos" de RN, parece disco rayado y aparece vagamente alimentada con motivo de la reciente acusación constitucional en contra del Presidente de la Corte Suprema, Servando Jordán.
            En esferas del Gobierno, los partidos de la Concertación se encuentran ajustando sus cupos parlamentarios, y la verdad es que dichas disputas no alcanzan ni para un bostezo. Sin embargo el PC, que durante los últimos 8 años ha hecho campaña en torno a la "profundización de la democracia", la "lucha en contra de los enclaves autoritarios", la "humanización del capitalismo y la lucha contra el modelo neoliberal", nos deleita en esta oportunidad con un nuevo numerito: luego de fracasar en sus ruegos por un cupo dentro de la lista parlamentaria de la Concertación, se prepara alegremente para pactar con el bloque PS-PPD una malla de acuerdos electorales, basada en apoyos recíprocos, que tienen como exclusivo objeto aumentar la representatividad parlamentaria de la Concertación de modo de que ésta a su turno realice las "reformas democratizadoras que el país espera".
            Con esta basura, que demuestra que ante los explotados la Derecha, la Concertación y el PC SON LO MISMO, se preparan para animar el alicaído Circo Electoral de fin de año, que sólo persigue alimentar las ilusiones democráticas de las masas y apuntalar de esta forma la podredumbre social y la explotación capitalista. 
            La intervención en este propio proceso electoral, por parte de los revolucionarios significa poner al centro del debate los intereses de los explotados y su resolución por medio de la lucha de clases, de la acción directa, de la movilización. Ese es el sentido de nuestra campaña por el VOTO NULO en las próximas elecciones, contraponer a la farsa de las elecciones burguesas el camino de lucha que nos enseña el proletariado.
            Las elecciones cumplen un papel de primerísima importancia para la burguesía, con ellas se persigue en definitiva: 1.- resolver los choques entre las distintas facciones de la burguesía; 2.- ordenar la base social de apoyo al régimen (alta clase media) y; 3.-  contener -así sea con este mísero volador de luces- la creciente efervescencia de las masas. Este es el verdadero significado de las elecciones burguesas:

 

1.- FACILITA AL GOBIERNO AJUSTAR LAS TUERCAS DE LA MAQUINARIA IMPERIALISTA.
            Para una burguesía principalmente comercial y parasitaria como la nuestra, incapaz históricamente de desarrollar el capitalismo y de realizar la más mínima de las tareas propias de
las revoluciones burguesas, las instituciones democrático-burguesas propias del parlamentarismo no son más que una pantomima, una mera apariencia.
            No obstante ello no puede negarse que el régimen parlamentario facilita la tarea a la burguesía a la hora de ponerse de acuerdo, ello por cuanto el Congreso Nacional es fundamentalmente eso, un centro de discusión donde los distintos representantes de la burguesía debaten acerca de cómo dar una conducción homogénea a sus intereses, cuestión que hoy día significa aplicar a rajatabla el plan imperialista.
            A través de la prensa burguesa, de un modo profuso se discute a cerca de la pérdida de competitividad de nuestra economía. Una y otra vez se hace referencia al decaimiento en el ritmo de las "modernizaciones" de nuestra economía y a la circunstancia de que países como Perú y Argentina demuestran un mayor dinamismo y transparencia en el mercado. El "plus" de ser los primeros en aplicar las recetas de Milton Friedman, comienza a decaer y las inversiones comienzan a orientarse a aquellos mercados donde se pueden obtener mayores utilidades. A la burguesía chilena que fuera "la bonita de la fiesta", se le comienzan a notar las arrugas, es el inefable paso de los años.
            Este proceso, que venimos siguiendo permanentemente en nuestra prensa, es el resultado de la crisis interburguesa que no ha logrado ser resuelta y que sólo ha logrado ser maquillada. A la virtual muerte del sector latifundiario ganadero y triguero del sur, debe sumársele el hundimiento de la burguesía industrial. Hace unos días Fantuzzi -dirigente de los Exportadores de Manufacturas- señalaba que la rebaja en tres puntos de los aranceles aduaneros significaba la muerte del sector, añadiendo que a excepción de las sofisticadas industrias de armamento y de sondas para la minería, el conjunto de las exportaciones en el área industrial han experimentado una fuerte contracción. La paliza propinada por las textiles chinas a sus similares chilenas, constituye el futuro próximo para la totalidad de la industria nacional.
            Es más, las recientes medidas de la justicia norteamericana en orden a impedir el ingreso de salmones y madera chilena a los EEUU, constituye una importante señal que puede barrer con una de las áreas más dinámicas de nuestra economía, la de exportación de materias primas. Esto puede llegar a ocasionar un colapso en la economía de nuestro país, cuestión que se encuentra motorizada por dos cuestiones importantísimas: la crisis de los productores norteamericanos que se  impondrán sin lugar a dudas sobre los chilenos y,  el virtual exterminio de los recursos forestales y pesqueros en nuestro país. 
            El extrangulamiento de toda un ala de la burguesía criolla no constituye una exigencia coyuntural del imperialismo, sino que es una condición para la propia subsistencia del capitalismo la que descansa sobre la hiperconcentración de capital timoneada por los grandes grupos Luksic, Angelini y cía..
            Por lo mismo la exigencia central del imperialismo -y que por tanto el gobierno se esmera en cumplir- la constituye el concluir el proceso privatizador de las empresas del Estado, hacer caer las barreras arancelarias, reducir el gasto público y los impuestos y, por supuesto, realizar un reforma laboral que termine por desarmar absolutamente a los trabajadores. Para engrasar esta maquinaria imperialista, las elecciones resultan fundamentales.
           
2.- PERMITE A LA BURGUESÍA ORDENAR A LA CLASE MEDIA, SU BASE SOCIAL DE APOYO.
            La clase media y pequeña burguesía urbana, especialmente su segmento superior compuesto por profesionales universitarios y comerciantes, han constituído desde comienzos de siglo una de las bases de sustentación social de la burguesía.
            Si bien es cierto en algunos períodos ha girado a la izquierda, ha permanecido más bien a la derecha. Baste recordar el papel golpista de los Colegios Profesionales (médicos, abogados, etc..) durante la UP. Esto es resaltado reiteradamente por los sociólogos de la burguesía, al hacer referencia nostálgica al notable papel que le cupo a la clase media durante los años 20 y 30 para actuar como colchón entre las clases, dando por ello estabilidad al capitalismo.
            Es más, de un modo muy reducido este papel lo sigue cumpliendo hasta hoy. El control del gasto público, como la mantención de la convertibilidad, encierran profundas consecuencias políticas para el actual régimen. Con ellos no sólo se satisface una importante una necesidad de la burguesía para disminuir la carga de impuestos, por esta vía también se sella un pacto social con la clase media acomodada. Este segmento social es proporcionalmente el más endeudado, como promedio un 500% de sus ingresos, viven en casas, conducen vehículos adquiridos mediante préstamos, por lo que son un sector especialmente interesado en que se mantengan las tasas de interés bajas (ej. deudas en UF) lo que se consigue siempre que el gasto público se mantenga ordenado. Por este motivo, el segmento de mayores ingresos de la clase media constituye por sí en la base social que con más energía defiende el gobierno y al régimen, por que su subsistencia depende de estos delicados equilibrios financieros.
            Sin embargo, desde la crisis del ´82 la clase media en su conjunto ha sido golpeada inclementemente, ello fundamentalmente debido a los despidos masivos en la administración pública y a la municipalización. Esto ha restado estabilidad al régimen al punto que ha sido la clase media -especialmente profesores, salud, estudiantes universitarios- la que desarrolló un proceso más continuo de luchas desde la dictadura militar hasta hoy. Ello ha significado que la mayor parte de la clase media, debido precisamente a su progresivo empobrecimiento, ha ido girando hacia la izquierda, hacia el proletariado.
            Para contrarrestar este proceso, el imperialismo se ha valido de las elecciones encontrando en la propia clase media el sector más permeable al electoralismo. Ello es posible primero a datos históricos de su tradición política y, segundo, debido a que su ubicación dentro del proceso productivo la hacen abrigar mayores ilusiones en el capitalismo ya por tratarse de pequeños propietarios (comerciantes, campesinos), ya por su formación ideológica (profesionales). Es precisamente en la clase media que las ilusiones en la democracia burguesa son más intensas, es ella la que llena los partidos políticos de la burguesía, es ella la que con mayor facilidad es movilizada en las campañas electorales.
             A pesar de la miseria a la que crecientemente se le sume, la burguesía sigue ejerciendo su control ideológico sobre la clase media a través de las elecciones, ganado con ello una importante base de sustentación social.

 

3.- LA BURGUESÍA LOGRA CONTENER LAS MOVILIZACIONES Y EN EL PEOR DE LOS CASOS LAS LLEVA A DESARROLLARSE DENTRO DEL MARCO DE SU LEGALIDAD.
            Recientemente se han declarado en huelga legal los más de 2000 trabajadores de la Empresa de Ferrocarriles del Estado. Esta movilización ferroviaria, la primera desde la heroica movilización de Abril-Mayo de 1988 contra Pinochet, es la expresión más alta de la resistencia que este sector ha venido ofreciendo a los planes destructores-privatizadores de los gobiernos concertacionistas de Aylwin y Frei. Los ferroviarios salen al combate en un momento trascendental: el Gobierno tiene listo el plan de privatización del servicio de pasajeros, lo que significa la muerte de este sector. Lo que está en juego en este movimiento no es sólo el aumento de un promedio de 15% a las remuneraciones exigido, sino que la propia subsistencia de las fuentes laborales.
            Pero los ferroviarios distan de estar solos en su lucha, desde hace más de un mes los estudiantes de la totalidad de las Universidades tradicionales (estatales y privadas que reciben aporte directo del Estado) protagonizan la movilización más amplia que registre el sector desde la Dictadura Militar. Santiago, Valparaíso, Concepción, Temuco, Antofagasta y Valdivia, por mencionar los centros universitarios de mayor relevancia, se encuentran sacudidos por este Paro Nacional Indefinido, que lleva aparejadas Tomas de los centros de estudio logrando arrastrar además al cuerpo docente y funcionario. Por primera vez desde los años de la Reforma del 68', una movilización triestamental adquiere relevancia nacional y cuestiona los aspectos fundamentales de la vida universitaria: su financiamiento y gobierno.
            Los reseñados movimientos nos dan cuenta de la evolución que experimenta la lucha de clases en Chile en su exacta dimensión. El Gobierno, envalentonado luego de su triunfo sobre los mineros de Lota, arremete con todas sus fuerzas para culminar las privatizaciones y dejar el país a punto con las exigencias del imperialismo, sin embargo esta arremetida burguesa encuentra una creciente resistencia de las masas. Las masas a su turno, carentes de dirección empujan desesperadas en defensa de sus intereses y debido al aislamiento de las luchas son una y otra vez derrotadas. Un solo ejemplo de esto: los universitarios vienen desarrollando un proceso de luchas que en los últimos quince años se llena de paros, tomas, enfrentamientos con la represión y por supuesto, de mártires; no obstante estas luchas, no obstante los muertos y desaparecidos, los universitarios lo han perdido todo y la privatización de las universidades es prácticamente una realidad.
            La contención de estos movimientos sería imposible sin que mediaran las direcciones burocráticas de los mismos. Los burócratas del CONFECH, o del Grupo Negociador de los Trabajadores Ferroviarios, por mencionar los responsables de estos últimos conflictos se caracterizan por seguir invariablemente una línea de entrega a las políticas gubernamentales. En el caso de los universitarios, el CONFECH, con el stalinista Roco a la cabeza, se dedicó mientras se extendía el conflicto a limitar las reivindicaciones estudiantiles a una cuestión meramente presupuestaria -los 14 mil millones del Gobierno v/s los 24 mil del CONFECH- lo que terminó extrangulando la movilización porque lo fundamental en esta materia, la lucha contra la privatización y por la gratuidad de la educación simplemente no fue planteado. En el caso ferroviario, Marcos Hidalgo, quien hace de cabeza del movimiento y el conjunto de la dirigencia del sector adoptaron una posición similar pero de un modo más explícito: abiertamente reclaman QUE SE APLIQUE LA POLÍTICA DE FREI EN FERROCARRILES y se termine con las ineficiencias de su administración.
            El papel traidor y contrarrevolucionario de las principales direcciones sindicales y estudiantiles del país significa la división y atomización de las luchas, lo que invariablemente ocasiona su derrota.
            Sin embargo, para lograr mantener "el orden" la burocracia necesita un soporte que les permita canalizar el descontento de las bases, ese soporte lo constituyen las elecciones. En torno a ella los "reformistas", "democráticos" y demases encuentran un terreno donde las reivindicaciones de las masas pueden resolverse. Es precisamente en el altar de la democracia burguesa donde las aspiraciones y reivindicaciones de las masas son finalmente sacrificadas. Sin elecciones en el horizonte resultaría muy difícil a la burocracia mantenerse como tal. Sin elecciones sería imposible mantener vivas las ilusiones de las masas en el sentido que sus reivindicaciones puedan ser resueltas dentro de los marcos de una sociedad capitalista.
            La burguesía necesita de la burocracia para ahogar las luchas de las masas, pero necesita aún con mayor fuerza de las elecciones y de la farsa democrática para  contener a las masas dentro de los marcos de su dominio de clase "legalizado" por los votos. Mediante la campaña electoral los partidos de Derecha, de la Concertación y del PC (con el fantasma del NAP incluido), pretenden con discursos más o menos diferenciados, tapar la pudrición social que engendra el capitalismo, el hambre, la cesantía masiva, la represión impune y a destajo.

 

SIGNIFICADO DEL VOTO NULO
            Frente a la farsa electoral en curso, los revolucionarios y quienes se reclaman de la izquierda y de la clase obrera, no podemos esconder la cabeza e ignorar las elecciones que -nos guste o no- concitarán la atención de los trabajadores, los pobladores, las dueñas de casa, los estudiantes, etc. durante por lo menos un par de meses.
            Esta preocupación de las masas por las elecciones, como ya hemos señalado es la expresión de la dominación que ejerce la burguesía sobre el conjunto de la sociedad.  Es además, el resultado de las políticas traidoras y electoreras, con las cuales el stalinismo y la socialdemocracia han envenenado la conciencia política de los obreros y de los explotados durante más de sesenta años, hasta nuestros días.
            Por ello, las masas no podrán en forma espontánea superar sus ilusiones en la democracia y las elecciones, para que esto ocurra es indispensable que el partido revolucionario DENTRO DE LAS ELECCIONES EN LAS QUE TIENEN PUESTOS LOS OJOS LOS EXPLOTADOS, levante en ellas el programa revolucionario.
            Los revolucionarios intervendremos en estas elecciones con el objeto manifiesto y declarado de denunciar su carácter fraudulento que radica en que con ellos se pretende encubrir y perpetuar la explotación capitalista. Intervendremos en las elecciones de Diciembre para ayudar -mediante la convocatoria a VOTAR NULO O A NO INSCRIBIRSE- a que las masas superen sus ilusiones en la democracia burguesa, en el sentido de que la mejor de las democracias burguesas será siempre una dictadura para los explotados. En una palabra si llamamos a votar nulo en  Diciembre es para aproximarnos a las masas, para ayudarles a avanzar en el único camino que puede llevarlos a su liberación la acción directa, la movilización, la lucha revolucionaria por el poder político.
            El VOTO NULO al que nuestra organización llama a sumarse es en definitiva un voto programático, llamamos por tanto a transformar el acto electoral en un acto de protesta contra el Gobierno. VOTANDO NULO llamamos a la unidad de todos los sectores en lucha para dar cuerpo a un Frente Unico Antiimperialista, llamamos a pelear por la preparación de una Huelga General que barra con el gobierno y su plan imperialista, llamamos a cerrar filas en torno a un Pliego Nacional de Reivindicaciones el cual sólo podrá ser impuesto vía acción directa, jamás por la vía electoral.
            Sólo en estos términos el VOTO NULO podrá transformarse en una palanca para superar las ilusiones en la democracia y elecciones burguesas, camino por el que necesariamente las masas han de transitar en su lucha por su liberación, por su propia revolución, la Revolución Proletaria.

 

Lucha Obrera 17, Noviembre 1997

 

 

 

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